Si echamos la vista atrás y vemos como ha cambiado el comercio a lo largo de los años, jamás hubiéramos imaginado llegar hasta el punto de comprar directamente desde nuestras casas casi cualquier tipo de producto a través del ordenador.
Desde el trueque hasta el comercio online han pasado algunas generaciones que si hoy en día estuviesen con nosotros nos tomarían por loco cuando contásemos que se puede comprar sin salir a la calle.
Allá por el neolítico se empezó lo que podíamos llamar una de las primeras formas de comercio: el trueque. Obviamente, no existía ningún tipo de moneda para poder comprar o vender como hoy en día, su forma de comercio era un intercambio. Por ejemplo, si un hombre era agricultor y otro se dedicaba a la caza pues que mejor que intercambiar productos y así poner tener otro tipo de objetos. Este tipo de comercio tenía sus ventajas pero tenía también un gran inconveniente porque no siempre se encontraba a la persona adecuada para hacer el intercambio, lo que hacía que se volviera realmente difícil a veces obtener lo que se quería.
El comercio a partir de ahí dio un gran paso y apareció la moneda. Con la moneda ya no hacía falta buscar a alguien a quien poder intercambiar objetos sino que se podrá comprar directamente lo que se estaba buscando. Los tipos de moneda en aquella época eran bastante diferente a lo que conocemos como dinero ya que se utilizaba por ejemplo dientes de ballena o cacao hasta que se evolucionó y llegó la moneda, que aunque con muchos cambios, sigue existiendo hoy en día.
Los tiempos cambian, la tecnología llega fuerte y hoy en día, aunque usemos monedas y billetes también tenemos otras formas de comercio como las tarjetas de crédito, medio mucho más cómodo a la hora de comprar que nos permite hacerlo sin necesidad de llevar encima dinero.
Si ya de por si todo esto se considera moderno, a partir de los años 1970 llegó el llamado comercio electrónico que, aunque llega con miedo por parte de los consumidores por los riesgos que parece que puede tener, poco a poco ha ido aumentando y hoy en día somos muchos los que preferimos comprar desde casa con el ordenador y no tener que salir a la calle a buscar lo que queramos de un lado para otro.
El comercio online o también llamado e-commerce tiene muchas ventajas no sólo para los usuarios sino también para las empresas.
* Ventajas para usuarios
Tener la opción de navegar en diferentes web y poder comparar y así comprar un producto al precio más bajo.
La comodidad al realizar todos los trámites de la compra desde casa, sin tener que desplazarnos.
* Ventajas para empresas
La mejor distribución de productos
El poder vender a nivel no sólo de la localidad donde se encuentre la empresa sino a nivel casi mundial.
Por estos motivos y por muchos más día a día sigue creciendo el comercio electrónico y rara es la empresa que no tenga su web con la opción de compra. Empresas de ropa, calzado, tecnología, animales… todo lo que podemos encontrar cuando salimos a la calle de compras, se puede encontrar directamente en la red.
Aunque el e-commerce es sin duda la forma más cómoda de ir de compras, no hay que dejar de mencionar que desde su llegada lleva arrastrando un gran inconveniente que hace que se pierda venta y es el tener que meter todos nuestros datos personales y sobre todo los datos bancarios, que no todo el mundo está dispuesto a hacerlo por el miedo a que nos puedan robar por introducirlos. Hay que decir que hoy en día el riesgo a que esto pase se ha minimizado mucho con plataformas de pago seguro o también con empresas como Paypal, la cual cotiza en el mercado Nasdaq de Wall Street, con la que solo con el correo electrónico se puede comprar sin introducir sin ninguno dato más.
¿Llegará el momento en el que el comercio electrónico se convierta en algo tan necesario y normal como el comercio como lo hemos conocido desde siempre?