¿Sigue funcionando el famoso Value Investing en 2025?

Llega el fin de semana y como ya sabéis, toca el cuarto post que no es un análisis, sino que vamos a seguir aprendiendo.

En esta ocasión, os voy a hablar del Value Investing. Vamos a ver si hoy en día todavía continua funcionando o ya pasó su momento.

Hay que decir que el Value Investing es una de las filosofías más respetadas y debatidas dentro del mundo de la inversión. Su creador fue Benjamin Graham y la hizo popular Warren Buffett.

Gracias a ella, hemos podido ver como se han construido imperios financieros buscando acciones de empresas las cuales estaban infravaloradas.

Los mercados han cambiado mucho y ahora tenemos muchos algoritmos, la inteligencia artificial, ETFs…. y eso hace que muchos inversores se pregunten si todavía es viable esa manera de invertir en el siglo 21.

Por eso motivo, os voy a comentar lo que yo pienso y como se debería aplicar el Value Investing.

En primer lugar: ¿Qué es el Value Investing exactamente?

Pues es una estrategia que busca comprar acciones a un precio inferior a su valor intrínseco. Eso significa que se encuentra  por debajo de lo que realmente valen si analizamos sus activos, los beneficios actuales y su capacidad de generar dinero en  el largo plazo.

Esto es lo que dice Warren Buffett:

“El precio es lo que pagas. El valor es lo que recibes.”

Los inversores que miran hacia el value, compran cuando otros tienen miedo. Para ello analizan muy bien los balances de la compañía, flujos de caja, ratios como el PER o el P/B y buscan tener un margen de seguridad en cada inversión que se realice.

Principios básicos

  1. Compra barato y espera.

  2. Invierte con un horizonte siempre de largo plazo.

  3. No sigas a la multitud.

  4. Analiza perfectamente el negocio, no solo la acción.

  5. Y por último lugar y no por menos, hay que tener mucha disciplina y paciencia.

⚙️ El Value Investing frente al mundo de hoy en día

1. Las tecnológicas frente a los negocios de toda la vida

Hoy en día, muchas de las empresas que dominan el mercado (Apple, Microsoft, Netflix o NVIDIA) no parecen baratas según criterios tradicionales, pero la verdad es que siguen creciendo y ganando cuota.

El inversor value totalmente clásico las ignora por tener múltiplos altos, pero ojo que eso también implica perder oportunidades de crecimiento.

2. Bajas tasas, exceso de liquidez y burbujas 

Vamos a tener en cuenta que en los últimos años, las políticas monetarias expansivas han distorsionado el valor “real” de las empresas. Muchas acciones han subido por exceso de dinero en el propio sistema y no por fundamentos.

Eso produce que se ignore el valor real que tiene una acción.

3. Automatización y la gestión pasiva

Con el gran auge de la llegada de los ETFs y los fondos indexados, el dinero fluye de forma automática a las grandes empresas del propio índice. Por lo tanto, eso reduce la eficiencia del mercado y hace que algunas acciones que están totalmente infravaloradas tarden mucho más en ser reconocidas.

Bajo mi punto de vista, aquí sigue funcionando el Value Investing

Small caps infraseguidas: Eso serían empresas pequeñas fuera del radar de muchos inversores.
Sectores cíclicos tras tener caídas importantes: Por ejemplo en energía, banca o materias primas.
Empresas con activos ocultos: Me refiero a bienes raíces, licencias o también las patentes que tengan.
Mercados emergentes: Aquí gracias a la ineficiencia del mercado, es mayor.
En situaciones especiales: Esto sería en spin-offs, reestructuraciones o por ejemplo, cambios de directiva en la compañía.

Así aplico el Value Investing en mis inversiones en la actualidad

Como os he comentado antes, hoy en día ha cambiado mucho la situación de como era antes, pero para adaptar esta estrategia tengo en cuenta:

  1. No hay que cerrarse sobre al PER bajo: Vamos a ver el retorno sobre capital, la generación de caja que tenga la compañía y la calidad del propio negocio en ese momento.

  2. Tenemos que aprender a valorar activos intangibles: Me refiero a marcas, datos o la fidelización de clientes.

  3. Hay que combinar el análisis cuantitativo con cualitativo.

  4. Vamos a pensar como si fuéramos el propio dueño del negocio. Eso significa que no vamos a ser trader (eso hay que tenerlo muy en cuenta).

  5. Ve al contrario de los demás, pero pensando mucho con la cabeza: No podemos comprar porque haya caído mucho y veamos que está barata.

Y la pregunta final: ¿Está muerto el Value Investing?

Mi respuesta es clara y es un no. Lo único que pasa es que está evolucionando y hoy en día requiere mucha más flexibilidad, capacidad de hacer un muy buen análisis cualitativo y tener paciencia.

Ya no se trata de comprar empresas porque se vean baratas en el mercado, sino de comprar empresas excelentes a un precio que sea totalmente razonable.

No alargo mas el post y espero que os haya resultado útil mi punto de vista sobre el Value Investing. El fin de semana que viene, seguiré poniendo mi granito de arena para seguir formándose en los mercados financieros 🙂